Cazando fantasmas
Un día me dijiste que yo no te queria a ti, que quería las cosas que hacías tu por mi.. y ahora, a mas de un año de distancia, esas palabras me han caminado mi cabeza una y otra vez... cuando lo pienso me doy cuenta que extraño muchas cosas, y no son de ti, probablemente no te extrañe a ti; tampoco extraño cosas que hacías, más bien lo que compartíamos... Extraño cuando compartíamos abrazados el sillón viendo la tele, extraño abrazar los dedos gordos del pie, extraño cuando ibamos al cine, extraño caminar tomada de tu mano, extraño cuando ibamos a bailar... y así puedo continuar con una larga lista. Todas ellas, no son cosas que hacías por mi y quizá tenías razón, tampoco es tú propiamente dicho, como tu pelo, tus ojos, tu voz... quizá tenías razón y yo no te quería, porque no quería a la materia, esa que cambia con los años y que nunca vuelve a ser lo que era; yo quería a la escencia encerrada en esa materia, aquella que se compartía y esa... es la que extraño.
Ahora, cuando te veo, no te reconozco, veo la piel, los ojos, el cabello...
La distancia se ha vuelto tanta que mis recuerdos se vuelven fantasmas, energías vagando de lo que alguna vez fueron, pero ya no son más...
Hoy me quedaré sentada en el muelle, con la brisa fresca del mar, la noche con pocas estrellas y mi fantasma encantado por compartir, pues por hoy lo he vuelto a atrapar.
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